viernes, 29 de noviembre de 2013

Ella y El no

Cada quien siguió con su vida, ella (como era más que de suponerse), siguió con su vida habitual, camino por las mismas calles, charlo con las mismas personas y no cambio nada en lo absoluto, sin embargo, él, perdió algo aquel día, dejo de caminar por las calles, y también dejo de charlar con las personas, porque a cada esquina que él doblaba era un leve recuerdo de su amada, cada árbol, cada acera, cada parque y cada escuela, cada persona que algo le preguntaba, sin pedirlo ni implorarlo, un recuerdo le lanzaba, y para evitar esta gran tención, se encerró, solo en su habitación, sólo salía a la escuela y por meses el hombre así vivió. La mujer no pensó en él por ningún momento, si alguna vez lo quiso intentar, suprimió al instante ese sentimiento, él en su vida no tenía cabida, nunca dijo por qué lo abandonaba, solamente informo que se marchaba, el muchacho nunca supo a qué razón se debió, simplemente cerró los ojos y lloró. La chica dijo  tengo miedo, de inmediato el hombre contesto ¿A caso crees que yo no? Sus corazones palpitaron a diez mil revoluciones, la mujer simplemente movió su cabeza y le dijo  tu compañía no me interesa.

[…] Entonces él la miro. Su dulce doncella tenía una mirada realmente bella, él pensó “ojos de esmeralda y oro, ojos que en verdad añoro, miradme una vez os imploro” bajo un poco la mirada y entonces encontró su boca, la más linda y hermosa, el labio superior tenia forma como de eme, lo cual era  muy entretenido de ver, estaba perfectamente delineado por una ligera franja un poco más obscura que el resto del labio, la cual guardaba en su interior un hermoso rosa pálido, a esa distancia se podían observar las marcas de sus labios, unas pequeñas grietas lo hacían más y más auténtico, más intrigante, más deseable, el centro del labio era la parte más gruesa y poco a poco se fundía con el resto de su rostro, el cual podía petrificar a cualquiera que lo viera, pues sin lugar a dudas era tan hermoso que nadie daba cabida a lo que sus ojos veían, mejillas esculpidas como por Miguel Ángel, una nariz de forma y tamaño impecable, pequeñas orejitas que giraban hasta convertirse en oídos, los cuales eran muy atentos cuando alguien le hablaba, cabello cayendo por el costado de su cuello como cae el agua por una catarata, ondulando el viento a su alrededor y robándole el brillo al mismo sol, su figura entera resplandecía con mayor fuerza cuando su cuerpo se encontraba fuera, el sol o la luna le daban un aspecto que él jamás vio en ninguna, y claro está que bella dama no tenía comparación alguna, porque está más que comprobado, que cada mujer es la más hermosa cuando la ven los ojos de su amado.


Ella de pronto lo miro, no vio nada fuera de lo normal, cabello despeinado a la altura de los ojos, ceja poco poblada, ojos café claro, estatura promedio, ropas holgadas, orejas pequeñas, zapatos sucios, en fin, nada fuera de lo normal, pero algo si había quedado claro, algo que todos vimos en su mirada, sin duda alguna, ella no lo amaba. […]

martes, 19 de noviembre de 2013

Eme aquí

Eme aquí una vez más, desnudando el alma, desnudando el corazón, llegando a lo más profundo de mí ser, solamente para expresar, lo que el cuerpo no puede hacer, expresar un amor puro y sin condiciones, un amor sobre todas las predicciones, solo de esta forma la mente logra una forma de expresión, solo de esta forma se logra escuchar al corazón. Quisiera escribir el poema más dulce, pintar la obra más exquisita, componer la canción más bella, pero no puedo, lo que sí puedo hacer, es darte mi ser, y lo poco o mucho de bueno que tenga, puedo convertir tus defectos en virtudes, puedo llevarte a lo más alto y todo lo que me pidas puedo hacer, pero a cambio quiero poder mirar tu interior, descubrir el secreto q guarda tu alma, y descifrar el significado de tu mirada y más que nada en el mundo, quiero escuchar las palabras “Prometes amarla y respetarla toda tu vida, por el resto de tus días” mirando tus ojos y leyendo tu corazón, quiero poder estar a tu lado aun cuando no me quieras ver, porque las promesas de un hombre jamás se rompen, porque cuando uno ama de verdad, lo adverso no es más que aquello que rompe la monotonía, aquello que impide que el amor muera a causa de la rutina, y yo prometo, juro, no abandonarte jamás ni aun muerto, pues cuando muera haré todo lo posible para que cuando pienses en mí y estés triste una leve brisa toque tu mejilla y te recuerde los dulces momentos que vivimos juntos. Y entonces eme aquí una vez más prometiendo cosas imposibles, prometiendo cosas inimaginables, prometiendo el infinito y elevándome a mí mismo hacia él, ojala, ojala y el infinito este cerca del piso, porque en una de las malas si caigo, quisiera vivir, para continuar luchando, solamente por una razón. TU

jueves, 14 de noviembre de 2013

No diré que te amo


Simplemente puedes ver lo que te dice el espejo
No puedes comprender que eres más que un reflejo
Tus ojos, tus labios, todos tus rasgos suaves y bellos
Eres reina entre los hombres y astro entre los cielos

Eres luna y también estrella
Eres ancla y eres vela
Eres delirio y por su puesto cordura

Tu alma pide a gritos quien la quiera, pero tus ojos…
Esos hermosos que se ponen de acuerdo con tu boca
Dicen que me aleje, que en tu mar mi barca no flota

Y mis labios…
Por el temor de perderte para siempre
No pueden decirte lo que mi corazón siente
Por ese miedo infinito a hacerte daño
No sabes cuánto mi boca te ha callado

Y no… No diré que te amo
Aunque mis labios mueran por hacerlo
Aunque mi cuerpo se derrumbe desde dentro
No, no diré nada, no pronunciaré palabra
Callaré, pues mi voz a tu oído no agrada

Y no… No diré que te amo
Porque es muy poca frase
A lo que siento no complace
Pues lo que en mi ha germinado
Más allá del amar a llegado
(…)