lunes, 21 de octubre de 2019

Amar es liberar

Te dejo libre de mi,
de mi costumbre de preguntar
 cómo estás? Qué te hace falta? Qué necesitas?

Libre de mis inseguridades
que me hacían tratar de complacerte.

Libre de mis miedos
y de mis pequeñas dudas
que te hacían rabiar.

Estás libre al fin... de mis bromas tontas
de mis chistes malos y
de mi escandalosamente sonora risa a todas horas;
libre de mi mirada absorta sobre ti
cuando te contemplaba.

Te libero de mis silencios
esos que me daban cuando tus pupilas se clavaban en las mías.

Libre de mis lagrimas infantiles
cuando algo por fin lograba afectarme;
 y de mis palabras rimbombantes y rebuscadas
para hablarte de mis sentimientos... de nuestras fallas.

Te libero de mi mal humor
de mi simpleza
de mis días grises de melancolía... libre eres al fin
de mi gran amor por ti.

Te libero de los sueños y esperanzas en ti depositados.
De la pesada losa de mis expectativas
y del intenso martirio de quererme.

Te suelto porque retenerte nos lastima a ambos
y te libero de mi deseo de que siempre estés bien.

Te libero de mis vicios y de mis malos pasos
de mis malas costumbres
de lo sucio que puedo llegar a ser.

Te libero de mi desordenada vida.
Te libero de la peor versión de mi.
Porque amar no es combatir.
Porque necesitamos cosas diferentes.
Te libero