martes, 13 de mayo de 2014

Vacío

Hoy te hablo desde el vacío de mi alma, desde la tristeza de mi cuerpo, desde  la soledad de mis huesos. Desde mis penas te hablo, de mis pesadillas y de mis miedos te hablo.

La ansiedad domina mis huesos, me cala hasta lo más profundo y desde un lugar donde no puedo defenderme me hace temblar. El miedo a no estar cerca de ti me conquista y se convierte en pánico.
Confío en ti más que en mí mismo, y creo ahí es donde entro en conflicto.

Quisiera ser de ti tu guarda espaldas y protegerte de todo, tu almohada y que te apoyes en mi durante las noches. Quisiera ser también tu abrigo de piel que te cubra del frío y un faro que alumbre tu camino.

Pero la distancia nos aleja. Aunque mi corazón está cerca del tuyo, no puedo sentir tu abrazo, ni tu beso ni algún apapacho. No puedo mirar tu carita y decirte que te amo. Me siento impotente, me siento tonto y hasta me siento débil. Tú eres ya mi fuerza, mi inteligencia, te has convertido en una parte esencial de mi existencia. Juro y prometo que antes de ti no había experimentado tal mezcla de sentimientos.

Me alegra mucho que formes parte de mi vida.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Milagros

Muchisima gente no cree en los milagros, mucha gente dice que se debe a que no le ha sucedido nada “milagroso” sin embargo creo que la diferencia radica en una simple pregunta ¿Qué es un milagro para ti?
Hace un tiempo, yo pensaba que un milagro era un hecho o suceso super sorprendente, el cual podía modificar la vida de la persona que lo presenciara. Pensaba por ejemplo que la salvación de un enfermo terminal era un milagro. Que alguien se sacara la lotería era otro milagro. Pero con el paso del tiempo, descubrí que los milagros son demasiado abundantes, y efectivamente son hechos super sorprendentes que modifican la vida de quien los presencia. Poder ver mi reflejo a través de tus hermosos ojos, es un milagro. Poder escuchar tu voz, es otro milagro. Caminar por la calle rumbo a ti, es también un milagro. Observar un bicho nacer, o a una planta crecer, son milagros.

Gracias al cielo descubrí que la simpleza de las cosas también las hace un milagro, una maravilla. Lo descubrí al ver el viendo ondulando tu cabello, al ver los rayos del sol alrededor de tu rostro. Lo descubrí en la humedad de tus labios, en la profundidad de tus ojos. Lo descubrí también en el calor de tus brazos y en la dulzura de tu voz.

Gracias a ti mi pequeña, descubrí que la vida es todo eso que me estaba perdiendo en busca no sé qué. Gracias a ti pequeñita, descubrí que los retos son sólo eso, retos. Que nada ni nadie tiene el poder de alejarme de ti, a pesar de que estemos tan lejos. Descubrí que esta distancia nos une más. Descubrí que no estas lejos, pues estas dentro de mí. Descubrí que más halla de tu cuerpo que es hermoso, existe un alma millones de veces más bella, y si bien casi nadie la puede ver, yo incluso la pude tocar. Te amo por ser quien eres, por tratarme así, por disfrutar lo que llamamos vida, por desear que esa vida sea conmigo así como yo deseo que sea contigo.

Todas estas cosas amor, todo esto, es un milagro, porque existen miles de millones de personas y te encontré, tarde mucho en encontrarte y que me encontraras pero las circunstancias lo hicieron posible. Todos los factores que se mezclaron para poder hallarte son un milagro por separado, haciendo un milagro mucho más grande al poder besarte y abrazarte.

Te diría que me haz robado el corazón pero no es posible, porque yo te lo he regalado en un beso.

viernes, 24 de enero de 2014

Amigo mio

Hoy sentí por primera vez las ganas de llorar de alegría y no fue por algo que me pasara a mí, sino por algo que le ha pasado a un amigo. Comprendo la felicidad que ahora siente. Te deseo todo el éxito que te mereces.

No puedo comprender que por fin te vas a ir.
Tu sueño por fin se va a hacer realidad.
Vas a tener a tu propia familia.
Aunque yo ya te hacia parte de la mía.

No importan las peleas ni las discusiones.
Porque dentro de nosotros
Sabíamos que nada de eso tenía sentido
Porque una pelea no es real
Cuando peleas con un amigo.

Me contaste algunos sueños e ilusiones.
Compartiste contigo tus emociones
No dejaste que te importara tu soledad
Porque aun en la tristeza me diste tu amistad

Te permitiste ser parte de mi vida
Fuiste un hermano mayor
Ese gandaya que me quito mi colchón
Aquel con el que competía por la última costilla
Aquel cabrón que hoy es de mi familia

Te escribo esto porque no sabes cómo te quiero
Te escribo esto porque me alegra mucho tu vuelo
Quiero que sepas que nunca te olvidaré
Que cada que juegue baloncesto te recordaré

Mi casa siempre será tu casa
En cualquier momento serás bienvenido
Tú te vas siendo mi hermano
Tú te vas siendo mi amigo

Extrañare las festividades que pasamos
Extrañare las discusiones sin sentido
Extrañare las canciones que cantamos
Porque es una dicha enorme ser tu amigo


(…)


miércoles, 22 de enero de 2014

La leyenda del rosal

        ¿Sabías que las plantas pueden hablar entre ellas? sólo que lo hacen tan bajito, que no podemos escucharlas, estamos tan preocupados por tantas cosas, que ya casi nadie les hace caso a las plantas, ya nadie habla con ellas, y ellas, son tan nobles, que no quieren importunarnos, no quieren hablar pues piensan que no serán escuchadas,  pocas personas se dan ese tiempo con la naturaleza, y la persona que lo hace, escucha la risita de las flores, los sabios consejos de los sauces, los cuentos que saben lo robles y han escuchado las hermosas canciones corales a la hora del rocío matinal, pero cuenta la leyenda que hace muchos años, muchos, tantos que la historia de la humanidad no había comenzado aun, existía una gran variedad de plantas, algunas tan altas que podían acariciar las mismas nubes, otras tan bajas, que podías confundirlas con el suelo que pisas, anchas como 20 humanos tomados de las manos, y delgadas casi transparentes. Entre toda esta variedad, ya te imaginarás la cantidad de ruido que tenían, ya fuera platicando, cantando, susurrando, o gritando, las plantas hacían de cada ecosistema una fiesta, desde las más frondosas selvas, hasta los más inhóspitos desiertos, las plantas vivían sus extensas vidas, llenas de alegría, hablando entre ellas y con los animalitos que se acercasen.

Todos estos sonidos me recuerdan mucho tu voz, cuando estoy sólo, platico con la naturaleza y la naturaleza me habla de ti, de tus rasgos que aun no conozco y de tus tristezas que sufres en silencio. Y le pido a la naturaleza que te brinde ayuda.
La luna te repite las canciones que le canto cada noche mientras las estrellas le hacen coro, el viento te lleva los suspiros que acumulo a lo largo del día, el sol mediante sus rayos, te da las caricias que siempre he deseado darte yo. Los arboles te cuidan, y las flores alegran tu camino.
La naturaleza es mi aliada en esta guerra perdida.