lunes, 14 de octubre de 2013

Carta a un perdón más que merecido



Querid@: (I n s e r t a   s u   n o m b r e  a q u í )

          Perdóname y discúlpame por los atropellos causados, por el daño logrado y por lo nunca alcanzado, discúlpame en verdad por entrar a tu realidad, por leer tu interior, por hablarte de amor. Mi intención nunca fue herirte, dañarte o lastimarte, lo único que quise fue alegrarte, ya sé que lo logre, pero a lo que di inicio no terminé, te eleve por los aires y en lo alto te deje caer, lo lamento pero no lo pude detener, te vi tan colorida y a mi tan gris, me vi tan antipático y a ti tan feliz, ¿Cómo no me di cuenta del brillo de tus ojos? ¿Cómo no pude ver de ti la luz y el gozo? ¿Cómo fui tan ciego? Mil y dos mil disculpas te mereces, por hacer de ti un “juego”. Lo lamento, sé que lo hecho esta hecho, pero mi conciencia no me permite continuar, me impide caminar, me impide seguir, me exige libertad, me pide a gritos que te diga la verdad. Eres maravillosa, nadie nunca lo podrá negar, y en esta ocasión en la que te pido perdón, quiero decirte que no has tenido que ver en mi decisión, todo ha nacido de mí, desde el principio hasta el fin y por eso te pido disculpas, porque mi mente aún no se acostumbra.

Atentamente: ( I n s e r t a   t u   n o m b r e   a q u í )

No hay comentarios.:

Publicar un comentario