No me gustas

Dama, señorita, mujer. Mi amiga, mi amada, mi sueño y mi escasa realidad. A ti… a ti todas mis letras, todas mis palabras y para terminar pronto todo mi existir. A ti que me cobijaste con una sonrisa el alma desnuda, a ti que me alojaste en tu mirada cuando en el corazón no tenía nada, a ti, a ti que estuviste justo cuando te necesite. A ti que conscientemente no has hecho nada por mí, a ti que tu simple presencia me da valor para afrontar cualquier inclemencia, a ti te quiero decir que no conozco nada en ti que me guste, ni tu esplendido mirar que al mundo podría enamorar, ni tu estupenda sonrisa que al verla acaricia el alma como del mar la briza. ¡No! Debo de admitir que no me gusta nada de ti, ni tú escultural figura ni tu enigmático carácter, no me gusta nada.

Debo decirte mujer, que la razón de que nada de ti me guste es porque amo cada milímetro cubico de tu ser, desde tu cabello sedoso cayendo con naturalidad sobre tus preciosos hombros afilados, hasta tus graciosos piecitos que andan con premura por el mundo, te amo también desde tus frágiles y alargadas manitas, que dulcemente y rara vez se acercan a mí para acariciarme un poco, para abrazarme y para apoyarte al andar, y ni hablar de tus mejillas que, quieras o no, le dicen al mundo cuando estas nerviosa, enojada, triste o feliz, esas mejillitas que se pintan de distintos tonos de rosa y rojo. Amo incluso tu carácter fuerte que esconde tanta dulzura en su interior, amo esa capa que impide que cualquiera entre y que con esfuerzo y dedicación me ha permitido mirar un poco en tu interior.

No hablo de tu mirada, porque en ella últimamente se encuentra mi alma, vagando a donde quiera que miren tus ojos, desolado y sin destino estoy siguiendo este camino, pero no me preocupo porque sólo hago caso a la promesa que te hice alguna vez, aquella en la que te decía que hasta el fin del mundo te seguiría, aquella que se romperá sólo cuando lo decidas, y quiero que sepas que de buena manera sigo tus pasos, y que me alegra que sepas que cuentas conmigo, como hombre, como compañero y como amigo.